Un embarazo debe ser supervisado constantemente por el ginecólogo de confianza, el cual realizará los controles prenatales con el fin de identificar el proceso y la evolución qué han tenido la madre y él bebe y así evitar posibles riesgos en el embarazo.
En los embarazos riesgosos se incluyen una serie de controles, generalmente entre 7 y 11 visitas al médico, aunque el número para un control adecuado en pacientes de bajo riesgo es algo que no se tiene definido con exactitud.
Los objetivos del control prenatal son:
- Controlar la evolución de la gestación
- Fomentar estilos de vida saludables
- Prevenir complicaciones
- Diagnosticar y tratar oportunamente la patología
- Derivar a niveles de mayor complejidad cuando corresponda
- Preparar a la madre, su pareja y familia, física y psíquicamente para el parto y nacimiento, ayudándoles a desarrollar sus respectivos roles parentales.
La frecuencia recomendada para un embarazo no complicado es:
- Cada 4 semanas durante las primeras 28 semanas
- Cada 2–3 semanas entre la semana 28 a la semana 36
- Semanalmente después de las 36 semanas
¡Recuerda que tener unos controles prenatales a tiempo, evitará posibles complicaciones en tu embarazo!

